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Santa
Escolástica |
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Escolástica le pidió a San Benito que se quedara
aquella noche charlando con Ella acerca del cielo y
de Dios, pero San Benito se sintió incapaz de romper
las reglas de su monasterio. Entonces ella juntó sus
manos y se quedó con la cabeza inclinada, orando a
Dios. Y en seguida se desató una tormenta tan
espantosa y un aguacero tan violento, que San Benito
y los dos monjes que lo acompañaban no pudieron ni
siquiera intentar volver aquella noche a su convento.
Así que pasaron aquella noche entera rezando y
hablando de Dios y de la Vida Eterna. |
Benito
volvió a su convento de Monte Casino y a los tres
días, al asomarse a la ventana de su celda vio una
blanquísima paloma que volaba hacia el cielo.
Entonces por inspiración divina supo que era el alma
de su hermana que viajaba hacia la eternidad feliz.
Envió a unos de sus monjes a que trajeran su
cadáver, y lo hizo enterrar en la tumba que se había
preparado para Él mismo. Pocos días después murió
también el Santo. Así estos dos hermanos que
vivieron toda la vida tan unidos espiritualmente,
quedaron juntos en la tumba. |
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